Las almendras amargas suponen un grave problema de calidad para el sector. Una pequeña cantidad de las mismas tiran atrás toneladas de producto y los transformadores pierden la confianza en el origen de este producto, buscando alternativas en otros proveedores y mercados.
Actualmente existe una corriente de preocupación entre las empresas compradoras de almendra, entre las que nos encontramos, y las cooperativas agroalimentarias respecto a las plantaciones que se están realizando con pie franco de almendro amargo y los pies amargos existentes en plantaciones en producción.
Este problema ha llevado a la Sectorial de Cooperativas incluso a pedir a la Consejería de Agricultura de Castilla La Mancha que se penalice, en la norma de la condicionalidad de la PAC, si el agricultor no quita esos injertos de sus plantaciones, aunque esto es solo una sugerencia por ahora.
Este problema ha llevado a la Sectorial de Cooperativas incluso a pedir a la Consejería de Agricultura de Castilla La Mancha que se penalice, en la norma de la condicionalidad de la PAC, si el agricultor no quita esos injertos de sus plantaciones, aunque esto es solo una sugerencia por ahora.